Fases de crecimiento de una planta de marihuana
Las plantas de maríahuana pasan por etapas muy distintas a lo largo de su vida, en las que van convirtiendo las semillas iniciales en una planta que va creciendo y floreciendo, y finalmente nos termina ofreciendo los cogollos y un fantástico producto final si llevas a cabo todo el proceso de manera correcta.
Cada una de las distintas etapas de cultivo de las plantas de marihuana requiere unas condiciones y unas características distintas; una cantidad de agua, de luz, de nutrientes, etc. Cada fase requiere sus cantidades específicas y es importante conocerlas, pues es determinante para obtener un buen producto al final de todo el proceso.
En este post vamos a intentar que conozcas mejor las distintas fases de crecimiento de una planta de maría y que aprendas a diferenciar, cuando usar, por ejemplo, un fertilizante de crecimiento de marihuana, o cuando un fertilizante de floración para marihuana. Conceptos básicos y algún otro más complejo para mejorar tu cultivo y llevar un perfecto control de las distintas fases de tus plantas favoritas.
Las 4 fases de crecimiento de una planta de marihuana:
GERMINACIÓN: EL INICIO DE NUESTRO CULTIVO
Durante esta fase se germinan y plantan las semillas, que ya pueden ser expuestas a la luz y ser regadas. El proceso que parece rápido y sencillo tiene en realidad muchos pequeños detalles, como la aparición de una primera raíz que comienza a extenderse hasta romper la pared de la semilla y pasa a desarrollarse para lograr obtener mejor los nutrientes en el sustrato.
Además, aparecerán los cotiledones, es decir, las primeras hojas de nuestra planta, algo que sin duda nos causa emoción y nos muestra como marcha hacia adelante nuestro proyecto. Los cotiledones son dos hojitas de pequeño tamaño que coronan un primer tallo. Al mostrar estas dos primeras hojas iniciales, consideramos a la planta de marihuana como planta dicotiledónea, una clase de plantas angiospermas cuyos embriones tienen dos cotiledones y a la que pertenecen un gran número de árboles.
Si existieran problemas durante esta fase, puedes utilizar hormonas de enraizamiento, un producto sencillo que ayuda a la estimulación del sistema radicular de la planta.
Una vez que tu semilla germine, se encuentra preparada para pasar a una maceta de cultivo o a tu espacio de suelo de cultivo.
PLÁNTULAS: EL TRASVASE DE TUS SEMILLAS A TU ESPACIO DE CULTIVO
Una vez las semillas se han desarrollado de manera correcta y han aparecido las primeras raíces y hojas, toca trasplantar la semilla, bien a una maceta donde cuente con el espacio suficiente para seguir desarrollándose, bien a un espacio preparado previamente para el cultivo de tus plantas. El sistema radicular empezará a coger fuerza durante este periodo, que como ya anticipábamos antes, oscila entre las 3 y las 6 semanas. Debes tener cuidado y proporcionar a las plantas una temperatura cercana a los 25ºC y una humedad relativa de en torno al 70%.
Las hojas se multiplicarán en esta fase y la planta empieza a tomar forma y coger cierta altura.
Hay que tener cuidado con no sobre regar la planta durante esta fase, pues cuenta con raíces muy pequeñas aún y no necesita una cantidad excesiva de nutrientes. Además, debes tener limpio el entorno para evitar enfermedades y la aparición de hongos o bacterias perjudiciales en un momento donde tu cultivo es aún muy débil.
EL PERIODO VEGETATIVO: LOS PRIMEROS GRANDES RESULTADOS
El periodo vegetativo es ya un periodo bastante largo en el cultivo de cannabis pero puede variar en función del tipo de cultivo que hagamos.
- En cultivos interiores necesitará entre 16 y 18 horas de luz diarias durante un periodo que puede variar en función de la técnica de cultivo a utilizas.
- En cultivo exterior necesitarán como mínimo 4-6 horas de luz solar directa durante un mínimo de un mes, aunque este periodo puede variar en función del tamaño final deseado para l planta.
Durante esta etapa las raíces se desarrollan de forma exponencial fortaleciendo la estructura y sistema radicular de la planta. También aumenta el follaje y se deben aumentar los riegos, algo que es muy relevante, pues la planta es cada vez más grande y las raíces están más extendidas.
También durante esta etapa puedes aplicar podas de bajos o comenzar con técnicas como el SCROG para mejorar la estructura y la producción. También puedes utilizar microorganismos para mejorar el sistema radicular de tu cultivo.
EL PERIODO DE FLORACIÓN: LA PLANTA EN TODO SU ESPLENDOR
Se trata de la última fase del desarrollo de la planta, en la que comienzan a aparecer y desarrollarse las flores. La cantidad de luz que recibe la planta en interior se reduce hasta las 12 horas, y los cogollos resinosos comenzarán a emocionarte durante un periodo que normalmente oscila entre 8 y 10 semanas, pero que puede alargarse hasta las 15 o 16 en algunas variedades, especialmente las denominadas como sativas.
Esta fase es probablemente la más esperada por todos, pues el proceso llega a su fin y tu marihuana va a estar lista con la mayor brevedad. Podemos utilizar fertilizantes para engorde para mejorar el tamaño de estos y obtenerlos de tamaños gigantescos. A medida que la etapa de floración avanza, los tricomas aumentan y la planta se vuelve más y más resinosa. Debes recordar la importancia que tiene el color de los tricomas, pues nos muestra cuando debemos comenzar a cosechar.
Si quieres saber más sobre las fases de las plantas de cannabis no dudes en consultar nuestra web o preguntar a nuestros mejores expertos para lograr un cultivo perfecto.