Descubre cómo hacer tu propio aceite de marihuana con esta guía paso a paso que te ayudará a conocer cuáles son los detalles de este proceso.
Si estás buscando cómo hacer aceite con flores o extractos de marihuana debido a su potencial terapéutico revisa este post en el que detallamos el proceso.
El cannabidiol (CBD) es un cannabinoide muy extendido gracias a sus conocidas propiedades relajantes y anti-inflamatorias. Se trata de un compuesto natural presente en las plantas de cáñamo que se extrae por procesos químicos y mecánicos para ofrecer extractos con un porcentaje de tetrahidrocannabinol por debajo del 0,2% legal establecido.
El azúcar es un ingrediente de gran valor que puede sustituir a algunos productos que proporcionan energía a tus plantas. Un aporte de azúcar de origen natural puede contribuir al correcto desarrollo de las plantas en vegetativo y mejorar el engorde de tus cogollos en la fase de floración.
Una de las plagas comunes menos estudiadas en los cultivos de cannabis son las Orugas y los Gusanos verdes, que afectan a miles de cultivadores todos los años y destruyen porcentajes importantes de cosechas debido a su gran capacidad para esparcir todo tipo de enfermedades.
La poda apical es tan popular debido a varios motivos que explicamos en el post. Uno de ellos es el aumento de cogollos centrales, la mejora en producción de resina, baja del punto de gravedad y aumento de la resistencia de las plantas gracias al cambio estructural y mejoría al respecto generada en el proceso de arbustización.
El aceite de neem se ha convertido en un insecticida natural muy popular debido a su buena efectividad contra gran número de plagas comunes en huertos y jardines. En función del momento de aplicación y de su concentración, puede ser realmente útil para muchos cultivadores.
El CO2 es esencial para la fotosíntesis de las plantas. En cultivos interiores, su concentración puede ser insuficiente, por lo que se pueden usar generadores y sistemas de control de clima con un aporte adicional.
Es vital medir, introducir gradualmente y monitorear los niveles de CO2, asegurando una ventilación adecuada para un crecimiento óptimo.
El uso de insecticidas durante la floración es crucial y debe hacerse con extremada precaución para evitar perjudicar la cosecha.
Mientras que los insecticidas biológicos son generalmente seguros, los químicos pueden dejar residuos en las flores, no obstante es vital leer las etiquetas y siempre optar primero por soluciones naturales.